Pese a atravesar uno de los mejores momentos de su carrera, Marco Antonio Solís asegura que le queda mucho camino por recorrer. Recién llegado a la Argentina, para presentar su nuevo material discográfico En total plenitud, brindó una conferencia de prensa en el imponente hotel Four Seasons de Buenos Aires y recorrió sus más de 30 años de incursión en la música latina.

-¿Qué podemos encontrar en tu nuevo trabajo?
En total plenitud es una producción netamente romántica. Contiene 10 temas inéditos y el primer tema A dónde vamos a parar, es una balada con arreglos excepcionales. Habla un poco de la relación entre el hombre y la mujer, del ego y el orgullo. Reflexiona sobre la necesidad de humanizar la pareja y alejar las cosas negativas, a no traer las cosas del pasado al presente.

-¿Has seguido el rescate de los 33 mineros chilenos?
Sí, la verdad es que estuve siguiendo como todos. Me sorprendió muchísimo que todos los mineros unificaran sus criterios, al aceptar esto como un verdadero milagro. Todos ellos salieron con el rostro de la fe. Se habló mucho de Dios, a mí sinceramente me gustó mucho eso. Todo esto que sucedió fue un mensaje de Dios.

-¿Qué te inspira a la hora de componer?
A uno lo inspiran una infinidad de cosas. El entorno en el que uno se mueve, las sensaciones, los pequeños momentos que se suceden en la cotidaneidad de la vida. Creo que hay una conjugación de todo.

-Sin lugar a dudas ya eres un artista consagrado. ¿Te queda algo por lograr?
(Risas) como artista me queda mucho por recorrer. Primero que nada quiero retomar un viejo proyecto que tengo para ingresar al mercado portugués. En Brasil hay muchos artistas que le ponen su voz a muchas de mis canciones. Me gustaría hacer algo como en ese idioma. Lo mismo me sucede con España. Todavía no me considero un artista tan sólido, así que voy en ese sentido.

-Este nuevo trabajo tiene como arreglista de cabecera a un músico y productor ecuatoriano muy prestigioso, como lo es Pablo Aguirre…
Sin lugar a dudas junto con Juan Carlos Calderón han sido muy importantes. Pablo ha hecho los arreglos del primer corte A dónde vamos a parar y de cuatro temas más. Es sinceramente brillante en lo que hace.

-¿Cómo es tu relación con tus fans?
Suelo comunicarme por las redes sociales (Twitter y Facebook). No lo hago tanto, sólo cuando me siento bien. La gente merece que su artista les devuelva un poco todo ese amor que recibe. Es una experiencia hermosa. Creo que hay una retroalimentación mutua. A mí me sirve muchísimo tener contacto con ellos.

-¿Qué sensaciones se te cruzaron cuando quedaste inmortalizado en el paseo de la fama de Hollywood?
Lo primero que recordé fue cuando llegué en calidad de ilegal a los Estados Unidos en 1978, tratando de trabajar. Llevaba a cuesta mi sueño de componer, cantar y llegar a ser un artista. Yo espero que a quienes visiten esa estrella en Hollywood, les sirva de motivación, de esperanza. Hoy soy yo, pero cualquiera puede estar allí.