Mientras Germaín de la Fuente, se perdió en el anonimato tras salir de “Los Ángeles Negros” y Beto Orlando no volvió a grabar temas brillantes tras dejar los “Cuatro Soles”, el líder de “Los Bukis” vive la consagración.

En Quito y Guayaquil amplias camadas de fanáticos, por cierto gente que está entre los 18 y 60 años, se apresta a aplaudir a Marco Antonio Solís, el gran cantante mexicano, intérprete de “Dónde estará mi Primavera”; “Si no te Hubieras Ido”; “Más que amigo”, “Mi eterno Amor Secreto”, “Tu compañero” y otros éxitos, habiendo atraído al público por su voz y notables dotes interpretativas.

El Coliseo “Rumiñahui” va a ser el escenario donde se presentará este 18 de noviembre el afamado ex crooner de “Los Bukis”, que como solista ha llegado a la plenitud de su carrera. Siendo adolescente formó parte del grupo Los Bukis en la primera mitad de los 70’.

Aunque Solís continuó trabajando junto a ese grupo, inició una carrera en solitario que tuvo como resultado varios discos de platino en la década de los 90’. Para los vocalistas grupales suele ser muy difícil abrirse paso cuando dejan una banda o conjunto en los que hicieron carrera y con los que se dieron a conocer.

Allí están los casos de dos grandes voces:

Beto Orlando de Argentina, líder de “Los Cuatro Soles” y Germaín de la Fuente de Chile, quienes no han podido crecer fuera de sus agrupaciones, aunque no se discute su calidad de allí que en el caso del primero siga vigente en los escenarios latinoamericanos.

Un caso ecuatoriano de vocalista que no pudo repetir su poder de convocatoria, como solista, es Gustavo Velásquez, quien alcanzó enorme popularidad con “Don Medardo y sus Players”, en el género tropical, luego se lanzó a la balada, tuvo el mérito de haber llegado a la OTI, pero no llegó a recuperar el sitial obtenido como “crooner” de Medardo. Para muchos, Gustavo, por versatilidad fue el mejor vocalista ecuatoriano.

Bueno, Marco Antonio Solís también está ligado a otros dos grandes cantantes, al gran Javier Solís, por su apellido, pero ambas figuras nada tienen en cuanto a lazos de sangre, a más de ser dos consagrados intérpretes.

Otro artista con el que se ha comparado a Marco Antonio Solís es el brasileño Nelson Ned, por el timbre de voz, aunque se dice que mientras el pequeño gigante de Brasil tiene una dicción y timbre más estudiados, el mexicano es de tonos más sensibles y moldeables a los temas románticos, lo cual le ha traído satisfacciones.

La influencia artística de Marco Antonio Solís le ha llevado a ser considerado por gente de la radio centroamericana como “El Artista de la Década” y llegó a ser merecedor de dos nominaciones en el Grammy Latino. Su álbum “No molestar”, aparece en las ternas de “Mejor Canción Regional Mexicana” y “Mejor álbum de música grupera” , en el año 2009.

Solis se caracteriza por ser poseedor de un gran estilo interpretativo.